Denuncian que la empresa pretende sustituir ahora el gas por el coque de petróleo, «mucho más peligroso y contaminante»
J. C. D. | LLANERA. para EL COMERCIO
La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies (CEA) ha presentado alegaciones ante la Consejería de Fomento del Principado con motivo del Plan Especial de la empresa Caleras de San Cucao, sita en el núcleo de Agüera, en Llanera. Los ecologistas reclaman la redacción de un estudio de impacto ambiental para poder determinar las consecuencias de las medidas propuestas en los procesos industriales y su incidencia sobre el entorno.

Según los ecologistas, el proyecto de la empresa «pretende legalizar urbanísticamente gran parte de las construcciones precarias, así como nuevas instalaciones más contaminantes en el actual complejo, donde se ubican otras dos empresas asociadas al uso de metales procedente de residuos industriales: Sidercal, Sidercal Minerales».
También aseguran que la empresa pretende cambiar el actual combustible -gas natural, exclusivamente- «por otro mucho más peligroso y contaminante como es el coque de petróleo o petcoke, un subproducto sólido del proceso de refinamiento del petróleo». Los ecologistas expresan su sorpresa por ese interés por sustituir el combustible actual por un «subproducto residual». Del petcoke afirman que es un producto sólido poroso, de color negro o gris oscuro, que contiene altas cantidades de azufre y metales pesados, como el níquel y el vanadio. «Su nivel de impureza, y también su grado de toxicidad, está directamente relacionado con la naturaleza del petróleo del cual se extrae», sostienen. Y alertan de que estos elementos «podrían ocasionar graves problemas tanto a la salud de la población como al medioambiente de la zona».
Por otro lado, afirman que el coque produce «un polvo peligroso que es irritante para la nariz, garganta y pulmones y que provoca a largo plazo bronquitis crónica». Asimismo, las concentraciones excesivas de ese polvo «pueden causar molestias en ojos, conductos auditivos y nasales, así como irritación de la piel y mucosas de membrana». Y una sobreexposición a ese polvo de coque «puede agravar los problemas respiratorios existentes como asma, bronquitis o fibrosis pulmonar», además de agravar una dermatitis existente.
La coordinadora recordó, por último, que esta empresa «tiene una larga lista de irregularidades ambientales en su historia», que ellos mismos denunciaron, así como los vecinos de la zona y los trabajadores. Fueron, de hecho, Izquierda Unida y la asociación vecinal de Agüera los primeros que alertaron de este nuevo plan especial de la calera.
La grijera El Enguilo, de Nava
Por otra parte, la Coordinadora Ecoloxista lamentó ayer que el Principado haya autorizado la ampliación de la grijera El Enguilo, en la parroquia de Viobres (Nava), sin atender a sus alegaciones. «Una vez más, el Principado permite ampliar una explotación a cielo abierto, que no cumple con la actual normativa ambiental, de acuerdo a la Declaración de Impacto Ambiental en vigor», criticaron.
Los ecologistas acusan a la Dirección General de Industria de estar consintiendo la actividad de la mayoría de las canteras asturianas «con niveles de incumplimientos ambientales continuos». En este caso concreto de Viobres, habían presentado también alegaciones el Ayuntamiento de Nava, la Dirección General de Ordenación del Territorio y Urbanismo y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
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