La incineración es un método sencillo y barato de eliminar los residuos. Una incineradora es básicamente una planta industrial provista de una caldera de combustión en la que los residuos se queman a altas temperaturas. De esta forma se consigue que una mezcla heterogénea de residuos sólidos se transformen en emisiones atmosféricas, en vertidos líquidos que proceden del lavado de los gases de combustión y en cenizas y escorias como subproducto final.
Sencillamente, el papel de una incineradora es transformar unos residuos visibles y que por ley habría que almacenar en un lugar seguro, en unas sustancias volátiles que se almacenarán en la atmósfera fuera de la vista de la población. Como suele ocurrir, se trata de esconder la basura debajo de la alfombra para que no se vea, sólo que en este caso aunque no se vea, sus efectos resultan nocivos ya que todos nosotros los respiramos.
La incineración de los residuos da como resultado unas nuevas sustancias que en muchos casos son mucho más tóxicas que los propios residuos de partida. Este es el caso de las dioxinas y los furanos, que son unos complejos organoclorados que se forman en la postcombustión y los metales pesados volátiles.
La empresa Caleras de San Cucao, que durante los últimos años se ha hecho tristemente famosa por sus constantes incumplimientos de la legislación ambiental, que han sido denunciados tanto por los vecinos de las localidades próximas, como por los propios trabajadores, ha decidido que una buena manera de rentabilizar sus instalaciones es la de incinerar residuos.
Las instalaciones de la empresa donde se pretenden incinerar estos residuos se encuentran a tan sólo 2 km de un colegio público y estratégicamente situada en el centro de Asturies, rodeada por las tres ciudades más pobladas de la provincia, lo que permitiría el reparto casi equitativo de las dioxinas y furanos entre todos los habitantes del "Paraíso Natural". Por otra parte, el lugar donde se ubica Caleras de San Cucao, es una zona rural con importantes explotaciones agrícolas y ganaderas, donde se producen muchas de las hortalizas, la carne y la leche que consumimos, por lo que los efectos sobre la salud pública no se limitarían sólo al aire que respiramos sino a los alimentos que comemos.
Si queréis más información sobre este proyecto de incineradora y sobre otros desmanes ambientales de esta empresa podéis consultar la página de los vecinos de San Pedro de Agüera. Por cierto, esta asociación vecinal ha abierto una petición de firmas para pedir el cese de estas actividades. Os animo a todos a firmar.